top of page
Foto del escritorMichael Barajas Pérez

Sin un rumbo aparente

Por: Sebastián Vieira


No es mentira para nadie que el patriotismo aquí en Colombia es un mito: los fuertes regionalismos, las diferencias étnicas (en el que se incluye la multiculturalidad del país) y la debilidad de las instituciones han sido los responsables de una débil identidad nacional y un futuro inexacto para nuestra nación.

A diferencia de otros países latinoamericanos donde el nacionalismo y el chovinismo han calado fuertísimo en la sociedad (tales como México, Chile, Argentina y Brasil), en Colombia el patriotismo solo es evidenciado cuando la Selección marca un gol o gana un partido.

Nuestro orgullo nacional es selectivo, y más que todo cuando se trata de criticar a los inmigrantes venezolanos. ¡Porque eso sí! Cuando se toca el tema de los venezolanos somos todos unos nacionalistas; pero aquí es donde la doble moral entra y olvidamos que en un pasado muchos colombianos escaparon a Venezuela por mejores oportunidades. Y no solo a Venezuela, sino también a Chile, Estados Unidos, España o Ecuador.

Y es que ha sido muy común en nuestro día a día frases como: ‘’ ¡Ay!, ¡este platanal! ‘’ o ‘’ estas cosas solo pasan en Colombia ‘’. Frases que, a pesar de muchas veces ser dichas en broma, demuestran el poco orgullo que tenemos por nuestra patria.

¿Solución? Quién sabe, porque estas diferencias no son nuevas, desde la revolución independentista las presenciamos y no me extrañaría que en unos cien años sigamos igual. Y es hasta melancólico, porque a esto hay que sumarle la xenofilia tan característica en esta época de globalización. Ver como nuestra cultura (y más la llanera) se ve opacada por las influencias de otras regiones y países; nuestro idioma, lleno de anglicismos y términos que no son propios; o la más triste de todas: la economía nacional, porque pareciese que las vastas tierras que hay en el Amazonas, la zona cafetera o de nuestra llanura ya no sean colombianas sino canadienses o americanas. Nuestros recursos ya no son nuestros y esta es una visible característica de la apertura que hemos tenido al comercio internacional.

Porque el patriotismo es más que escuchar una canción colombiana, ver un partido de fútbol o cantar con falta de ganas el himno nacional. El patriotismo es aprovechar nuestras tierras, estar orgullosos de nuestra raza y nuestra lengua, de nuestro pasado y también de nuestro futuro.

Es hora de que dejemos de pensar como santandereanos, costeños, rolos o paisas sino como colombianos. Tal vez así podríamos mejorar nuestra situación al menos un poquito.




Comments


bottom of page