Por: Michael Barajas Pérez
El arte siempre ha estado en continua transición como método de adaptación a las coyunturas sociales y los fenómenos visibles en las estructuras organizacionales de las civilizaciones. Por tanto, ha mutado desde su aparición tras el paso del Cronos. La música de nuestros tiempos podría ser la antípoda a la del Renacimiento, e incluso, revolucionaria y reprochable para la de hace dos siglos, pero hay algo que no tenemos presente, así ha sido toda manifestación artística con el paso del tiempo.
Es muy común asociar a Bad Bunny con la decadencia, pero el fenómeno que realmente importa es lo que representa la música en la sociedad, siempre ha sido un instrumento para visualizar el statu quo, las costumbres y el sociolecto de todos como comunidad, por lo tanto, viéndolo desde ese punto ya no es escandaloso, lo que es trágico son las continuas comparaciones con tiempos vetustos, pero allí hay un gravísimo error.
Mozart fue un revolucionario para su época, rompiendo los esquemas de Gluck, hoy en día es uno de los más prominentes pianistas, Paganini hacía escandalizar a la gente por sus extraños acordes musicales, hoy día por muchos es el mayor violinista de todos los tiempos; los impresionistas como Manet, Renoir, Sisley, Degas, Pisarro, Monet, etcétera. Fueron llamados por sí mismos como artistas renegados, vivieron en la pobreza y fueron criticados arduamente por toda Francia, hoy en día el impresionismo es considerada una de las corrientes más estéticas de la historia y el tango fue tildado de música de prostíbulos y decadentes, fueron prohibidos muchísimos tangos en Argentina y se censuró hablar lunfardo —jerga argentina— porque era degradante, en la actualidad es el género típico de Argentina.
No digo que Bad Bunny sea bueno, lo que trato decir es que el concepto de belleza según Diderot, es un ente que nos genera placer al contemplarlo, pasa a ser entonces subjetivo y el arte está asociado a la belleza, ergo; es un comentario intrínseco en cada quien. Si a ciertas personas les genera placer, es y será arte, en consecuencia, es bello. Recordemos que la música se adapta a las costumbres, y si la letra de las canciones habla cosas deplorables, eso tiene mucho que decir de nosotros.
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