Por: Karol Torres
Un gran exilio me condenó tu querer,
qué gran indirecta para mi personaje, debes seguir confiando en mí porque no me he ido, aún sigo escuchando tus últimas palabras antes del despido.
Acá estoy y acá me quedo,
arriesgando mi paz por verte una vez más, porque mi soledad me está matando, el vacío va quemando y tus sueños voy olvidando.
Ahora tengo un nudo en la garganta, por aquellos que no me escucharon, esos mismos que ayer me abandonaron a la suerte del santo.
El sentimiento es real, eso pienso en nuestro despertar, junto a ti la vida me gusta más, me endulza y me pierde sin descaro alguno.
Vamos a sanar, no sé quién se va primero, pero la vida espera por mí y yo estoy dispuesta a salir.
Acá termino la conversación del sofá, un plácido sueño, el último beso, tu fiel sonrisa y mi gran espera por un segundo arrullo tuyo, amor del alma.
Me gusta el tipo de texto, las palabras contrastan con la forma de querer de algunas personas. sería bueno una gran solución para esos sentimientos. Saludos KAROL TORRES