Por: Michael Barajas Pérez
La decadencia y la falta de decoro en Colombia provienen directamente de varios factores. Sin embargo, si queremos ser más exactos y directos: todos estos vicios provienen de nuestra falta de cultura, para sostener mi tesis quiero cimentarme en las ideas de un economista y de una corriente antropológica; James Robinson, como ya mencioné él es economista y además es politólogo, propugna con ahínco que las causas en la decadencia y el declive de una nación provienen intrínsecamente de la cultura de los estados, por tanto; la cultura o más bien, la falta de cultura es crucial en nuestra degeneración. Por otro lado, el difusionismo es una corriente propuesta por la antropología social en el siglo XIX y principios del XX, su principal tesis es que los rasgos y matices que posee cada cultura son prestados por otra, ¿a qué voy con mi idea? Colombia no es nada más que la copia de la peor calaña de España que ocupó nuestro territorio, es más que una copia, pero de esas baratas y que no tienen casi sentido.
La paideía es un término totalmente griego, específicamente hace parte de los pilares de la estructuración de su cultura, la susodicha significa el proceso de “culturización” hacia los infantes principalmente, con el propósito de adquirir educación, virtudes y valores éticos; estando así en un entorno totalmente armonioso. Como ya sabemos: la educación es la piedra angular de la elaboración de un provechoso y promisorio porvenir, por lo tanto, el futuro exitoso de toda nación está allí, no en las armas, por consiguiente, se debe prestarle la suficiente trascendencia a ésta. La paideía le concede a Colombia, un proceso de culturización que otorgue virtudes y valores morales que no le harían nada falta. En efecto, paideía: todo lo que necesita Colombia.
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