Por: Michael Barajas Pérez
En nuestros tiempos contemporáneos la desidia y el desdén son característicos de la forma de enlazar relaciones en un campo social, sin embargo, algo aún más intrínseco en la cotidianidad es la ignorancia cimentada por la falsa información propugnada por el populacho, algo que en lógica se conoce como Argumentum ad populum. La gente suele repetir muchísimas de estas en sus coloquios diarios, en las últimas columnas he tratado de desmentir algunas que aparecen incluso en la oscuridad —lo digo usando una figura literaria, no en el sentido exegético de la palabra—, muchas de esas falacias tienen afinidad histórica y política, la que quiero tratar en esta columna es acerca de la URSS —Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas— y el mismo sentido del socialismo.
Trataré algunos puntos, el primero es aquella fatal equivocación que suele cometer la gente al declararse socialista debido a que consideran que este termino es simplemente ideológico, pero no es tan así del todo, los primeros inicios del socialismo tuvieron lugar con Tomás Moro —un santo de la iglesia católica y filósofo— y Saint Simon —uno de los padres de la sociología— para luego abarcarse con Thomas Malthus, Robert Owen, Throstein Veblen y luego llegar a Marx, Engels y ser copiado en la revolución rusa; a lo que quiero llegar citando a esos pensadores, es que el socialismo tienen más influencia económica que ideología, y allí se defiende la erradicación de la propiedad privada y como decía Keynes, el intervencionismo por parte del estado, entonces no puedo defender algo como eso si mantengo un sistema de liberalismo económico dilucidado por Hayek —exactamente lo contrario—y disfruto en gran medida el capital, algo que es muy contradictorio a la esencia del socialismo.
El siguiente punto es acerca de que muchas mujeres feministas aceptan el socialismo y defienden la Unión Soviética, eso es un chiste de los más vergonzosos, porque para Friedrich Engels —padre del socialismo— la mujer no es más que la propiedad privada del hombre, y según Nicolás Márquez: hacia 1930 no solo se vivía un comunismo económico en la URSS sino también tenían parte las mujeres, donde se intercambiaban entre los hombres cada mes y eran tratadas como mercancía, y faltándole al decoro, eran prostitutas sin pago económico, ¿eso defienden las feministas? Creí que propugnaban lo contrario a ello.
Por último diré, para no extenderme más, que la carestía de alimentos y las bajas de personas en combate fue mayor después de la imposición de este “régimen igualitario”, y este famoso gobierno se encargaba de sepultar tres metros bajo tierra a quien se declarara en contra de la revolución, el zar Nicolás II tenía a Rusia “patas a arriba”, pero Lenin le puso la cereza del pastel a la hambruna, tan querido era Vladimir que lo intentaron asesinar muchísimas veces sus mismos compatriotas.
Exhorto a las personas a que se informen desde fuentes históricas sobre los hechos, no de internet, corrientes políticas —que para más chiste no las conocemos— y falacias ad populum, quería hablar de la revolución rusa, pero amerita otra columna, es bastante información. En un sentido lacónico la URSS fue un fiasco, pero la gente lo disfraza de logro.
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