Elaborada por: Michael Barajas Pérez
Como de costumbre en mi cotidianidad: me levanto muy temprano para beber unas tazas de café (la ambrosía de los mortales) y leo el Tiempo; con el propósito de estar siempre informado, ya que nuestros gobernantes nos quieren desinformados: miremos el caso de la reforma a la salud, si no es porque se difundió en el paro nacional; nadie sabría que ésta estaba próxima a ser debatida en el congreso. El epicentro del paro nacional no son sólo las calles, también son las redes sociales, en donde se comparten las primicias y sucesos de todo lo que acontece al paro. Sin embargo, estas redes sociales se están convirtiendo en peligrosas y perniciosas ante la veracidad de sus noticias.
Recuerdo que había terminado de escuchar la radio, y empecé a ver Facebook y vi el video de unos militares apoyando al paro y desertaban de su oficio, tanto, que atacaban a disparos a los mismos policías. De inmediato ese video se volvió viral y la crédula gente brincaba detrás de las pantallas de sus dispositivos; pero yo no creí del todo, desde que leí René Descartes adopté su "Duda metódica", me di a la tarea de buscar exhaustivamente ese video: y encontré que ese video es de hace tres años y sucedió en Perú. ¡Pobre gente crédula! Justamente eso hacen con las propuestas de sus candidatos, se las creen...
No obstante, ese no es el caso que causó más revuelo, el que lo hizo fue hace poco en la ciudad de Popayán: en donde se difundió el contenido de la joven Alison, que presuntamente la habían violada en un CAI; lo que ocasionó es un caos devastador en la ciudad de Popayán, y no es para menos, violaron a una menor de edad ¡eso es inadmisible! Empero, sucedió algo un poco estrafalario, la joven en su perfil de Facebook aseguraba que la habían manoseado, pero nunca dijo violado. Posteriormente, tras estudios en medicina legal, se encontró que la joven nunca había sido violada y esto no es un asunto político: reitero, la joven nunca había sido violada. Además, según videos de cámaras de seguridad, ella nunca entró a un CAI. Asimismo, se comprobó un abuso sexual (manoseo) hacia la chica, algo que luego causaría su suicidio, empero; no tiene perdón aquel aberrante acto, para una nación lacerada: es imperdonable. Sin embargo, la información no es como la vendieron las redes sociales: demostrando el daño irrevocable de las noticias falsas que son el cáncer de nuestros tiempos.
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