Por: Michael Barajas Pérez
“En toda acción libre hay dos causas que concurren a producirla: la una moral, a saber, la voluntad que determina el acto; la otra física, a saber, el poder que lo ejecuta. Cuando voy hacia un objeto, se necesita en primer lugar que yo quiera ir, y en segundo lugar que mis pies me lleven a él. Tanto si quiere correr un paralitico, como si un hombre ágil no lo quiere, los dos se quedarán en el mismo puesto.” (Rousseau, 1762, pág. 65)
Rousseau, el gran ilustrado francés, nos plantea mediante una consigna escrita en el contrato social, que la voluntad y la facultad deben ir de la mano en aras de la realización de una actividad; esta consigna es irrevocable e imprescindible, sencillamente el deseo y la habilidad deben ser dos causas proporcionales.
La falta de lectura en nuestros tiempos, es una problemática que ha estado opacando y entorpeciendo el correcto desarrollo de la sociedad, en el medievo; era necesario ser de buen nivel socio-económico, o sencillamente adscribirse a una comunidad religiosa para poder acceder a la educación superior, y en efecto, esta educación anteriormente impartida era bastante íntegra, en donde el estudio de los libros clásicos y la biblia era conspicuo y completo; puesto que se educaban a los hombres que posteriormente iban a cambiar la historia. Empero, las facilidades de la tecnología y los avances de la modernidad, nos hacía vislumbrar un buen porvenir, buenos hombres y buenos lectores. Pero las comodidades del siglo han hecho al hombre torpe, podemos afirmar que la nuestra sociedad está claramente en declive, en decadencia.
Esta decadencia de la cual nos habla Pedro Serrano, pensador de raíces mexicanas, no es solo en temas políticos; los cuales incluyen la corrupción, sino es una corrupción un poco más profunda, en esencia, se han perdido los valores morales, recordemos que, desde un punto de vista antropológico, es necesaria la moral en las civilizaciones para que allá un orden, para que todo se rija según la regla, y parafraseando a Montesquieu; para que haya una república. Esta decadencia no solo es externa en materia de república, también es interna; pero me quiero centrar en ‘El analfabetismo del siglo XXI’. ¿Cuál es ese analfabetismo? ¿Es acaso de que los hombres no tienen la facultad de leer? No, no es ese. Es la carencia que tiene el hombre de voluntad hacia querer leer.
“El hombre que no lee, no tiene ninguna ventaja sobre el que no sabe leer”. (Mark Twain). Twain propugno que el hombre que no desea querer leer, esta al mismo nivel del analfabeto, sencillamente: ¡hay analfabetas por doquier! ¡se están perdiendo las buenas virtudes! Dios quiera que no se pierdan todas. En Colombia la población lectora disminuye año tras año. Desde el 2010 las cifras van en caída, que es más notorio en los estratos de 0 a 2, donde se ha perdido el 11,2% de los lectores. (El Tiempo, 2015). Antiguamente, se entrelazaban la población de “los nuevos analfabetos” con la población de personas en condición de vulnerabilidad, y bajo nivel socio-económico; pero al parecer esto cambio, en los estratos mas altos, aun se sigue viendo población de “nuevos analfabetos”, y se seguirá viendo para rato, porque la lectura ha sido desdeñada y ya no es considerada una costumbre, ni un buen habito.
El pronostico es alarmador, se espera que la población de “nuevos analfabetas” sobreabunde, algo que ya es una calamidad; y al parecer todos nos hacemos los de la vista gorda. Esperemos que nuestro próximo presidente no sea un “nuevo analfabeto”, porque ¿Qué sería de nosotros?
este tipo de lecturas me parecen muy informativas michael, no sobra recalcarte que eres un buen escritor, si no que también ayudas a las nuevas generaciones a que se incentive a caer en los buenos habitos morales y de la lectura. cada columna me la gozo y atravez de ellas puedo esclarecer mis ideas. espero seguir leyéndolas.