Por: Michael Barajas Pérez
Latinoamérica está dando un cambio bastante abrupto en su estructura política, económica y social, casi todos los países —solo tres se mantuvieron estáticos— dieron un giro bastante grande en su statu quo al elegir como presidentes a personas con una ideología de izquierda, a esto se le denomina «Marea rosa» y está tomando gran fuerza y preponderancia en nuestra región.
He estado leyendo muchísimos libros sobre la historia de las repúblicas en Latinoamérica ya que desconocía su historia por ignorancia, encontré que los grandes dictadores de esta región —a excepción de Augusto Pinochet— fueron de izquierda y presentan muchas similitudes con los actuales mandatarios, podemos hablar de Getulio Vargas en Brasil, Pérez Jiménez y Hugo Chávez en Venezuela, Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón en Argentina y Salvador Allende en Chile —aunque este fue elegido de forma democrática en Chile— verbigracia, todos ellos mostraban ideas progresistas, asumían posturas muy populistas —prometían subsidios y reformas al campo de la salud y el trabajo—, disminuyeron poco a poco la idea de libre mercado en su país, llenaron de impuestos desde los más ricos hasta los más pobres, cambiaron la política de gas e hidrocarburos, amenazaron con nacionalizar muchas compañías extranjeras y por supuesto, su economía iba «de culo pa'l estanco», tanto, que les tocaba hacer trueques con otros países para subsistir, como en el caso de Perón que tenía que cambiar petróleo por carne porque su economía estaba jodida. Y sí, todo esto se está repitiendo, la inflación en Chile desde que llegó Boric está desbordada, su aprobación es de solo 26%, en el Perú de Castillo vemos un cambio de ministros cada semana y a su vez, están buscando la forma de destituirlo —y lo están logrando utilizando la misma Constitución en su contra— y en Colombia, el gobierno de Petro está dando mucha risa, tanta risa que la inflación sube a cántaros y el devalúo de la moneda es más grande que la cantidad de sandeces que dice su gobierno. Sin duda, vamos de culo pa'l estanco, y como sucedió en los países que mencioné, es tan grande el populismo de esos mitómanos que los vuelven a elegir —como a todos los personajes anteriores—, esperemos que Colombia sea la excepción, tengamos fe...
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