Por: Michael Barajas Pérez
Recientemente terminé de escribir un libro, llamado: Historia de Colombia para Noobs, es el resultado de miles de páginas leídas y meses de estudio, a la publicación de esta columna: estará próximo a publicarse, su formato es digital y es totalmente gratuito. Estoy un poco emocionado por esta nueva publicación, por tanto, les compartiré la introducción de mi obra. Se llama: Colombia es un chiste.
Colombia es un chiste, pero uno de esos chistes para cualquier ocasión, en más de sus doscientos años de historia, solo percibimos: fracasos, tropiezos o razones para migrar fuera de este país. Desde muy pequeño me he encontrado embriagado del lúcido perfume de la historia de nuestro país, y he notado claramente que siempre hay de qué hablar, siempre hay de qué escribir; por tanto, Colombia se convierte en el paraíso deseado de todo escritor y poeta. La historia de Colombia está inundada de sangre, tanto; que aún en nuestros días es rutinaria verla por doquier, tras decir todo esto, me quiero hacer una pregunta: ¿si Colombia ha sido un vaivén del hado, por qué existimos cómo país? Y ahí es donde encontramos la maravillosa utilidad de la palabra suerte; y eso es lo que yo siempre respondo ante este tipo de preguntas, ya que de otra forma solo existiría un mutismo entre el emisor y yo.
Colombia se caracteriza por sus innumerables discordias, sus peleas sin fundamento, todo es un desdén. ¿Por qué pensamos de esta forma tan primitiva? Decía Enrique Serrano (2016) que es por la llegada de cristiano nuevos a Colombia, algo de lo que hablaré próximamente.
La corrupción en nuestro país siempre ha sido inherente, somos unos lobos esteparios, como precisamente decía el pensador inglés Hobbes, por la sencilla razón: de que aunque estemos en tiempos contemporáneos, todavía pareciese que la edad de piedra estuviera vigente, y la corrupción es el alter ego de todo colombiano, e incluso de mí; que con gran osadía me atribuyo todas esas calumnias interpuestas por mí, lo hago con la sencilla razón de crecer y aprender de nuestros errores, porque ya el pasado tuvo su momento para con nosotros, solo nos queda vislumbrar el futuro con incertidumbre.
En este libro, que justamente estoy haciendo con gran esmero que es el fruto de mucho tiempo de estudio, estaré hablando sobre nuestra nación y los fracasos conjuntos que se han tenido, demostrando que la corrupción y la torpeza son cualidades universales, omnipresentes en la creación de toda República, y nuestro país no es la excepción.
Particularmente trataré de forma somera la historia de Colombia hasta 1930, de allí para adelante estaré hablando a todo lo que aconteció: la violencia, la creación del Ministerio del Trabajo, las guerrillas; las reformas neoliberales, dictadura, Frente Nacional, etcétera. Asimismo, quiero resaltar que mi opinión será brindada en todo momento, porque libros de historia colombiana hay por todos lados, pero con opinión he visto pocos.
Colombia es una nación fundada por accidente, o más bien, fundada por cabeza huecas; o como diría mi amigo el argentino: giles.
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