Por: Michael Barajas Pérez
En el trasegar de mi cotidianidad he podido escuchar muchos comentarios de mi derredor hacia hitos históricos, a menudo me suelo encontrar con bastantes Argumentum ad populum, esta es una falacia de la lógica que consiste en proposiciones populares consideradas como verdaderas, sin embargo, están fundadas en la mentira, pero por el simple hecho de ser mentadas ya se habla de forma errónea de su verosimilitud. Suelo oír muchísimas constantemente, lo irrisorio es que salen de los labios de personas que nunca han estudiado la historia o al menos, que lean un libro de vez en cuando. Entre ellas están sobre las proposiciones de Lutero, la Inquisición, la santidad de la Iglesia Católica en el Renacimiento, la majestuosidad de Simón Bolívar y muchas otras más de las que hablaré más adelante. No obstante, quiero empezar con una de las más comunes, que Adolf Hitler odiaba a los comunistas y a los judíos.
Alemania después de La Primera Guerra mundial quedó «en los huesos», las concepciones germanas expuestas en «Discursos a la nación alemana» de Fichte fueron enterradas con la firma del Tratado de Versalles —otro mito, este tratado no acabó La Primera Guerra Mundial, solo lo hizo con Alemania, con cada país hubo su propio tratado como el de Saint Germain, entre otros—, Alemania quedó sumida en múltiples condiciones indignas según ellos hacía su raza, como no exceder de una cantidad de soldados, y no gastar mucho dinero en su ejército, el partido Nacionalsocialista obrero Alemán nació en contra de los internacionalismos internos según Thomas Weber, como el capitalismo, el catolicismo y el comunismo —fue contra el capitalismo después de los residuos de la crisis de Viena en 1873—. Hitler después de la Gran Guerra no se quiso desmovilizar y para aquel entonces en Baviera hubo una insurrección de carácter socialista que tomó el poder y se llamó «Estado popular de Baviera», Hitler con armas la apoyó, luego degeneró a «Estado soviético de Baviera», totalmente comunista, si, ¡Hitler apoyó a los comunistas! Lo que ocurre es que según Weber, Hitler es un oportunista, como Roy Barreras, al partido más fuerte ellos se dirigen. No obstante, Karl Mayr adoptó a Hitler luego del fracaso del comunismo en Baviera y le enseñó el antisemitismo y el odio al comunismo, todo porque eso lo practicaban las freirkorps, las guerrillas nazis que infundían ello. Por otro lado, para no extenderme más, el genocidio a los judíos fue impulsado por Heinrich Himmler, director de las SS —grupo predominante después de «La noche de los cuchillos largos» de 1934—, e incluso, según David Irving, Hitler dijo varias veces que el genocidio a los judíos debía parar, pero aquello no estaba en su jurisdicción, Adolf era el canciller, sin embargo, su enfoque era absoluto hacia la guerra internacional que era muy favorable a él, hasta que en 1941 decidieron violar su pacto de no agresión con la URSS y todo es historia, hago la invitación a informarnos y no hablar de lo que está en nuestro desconocimiento. Por tanto, afirmo con datos que Hitler en esencia, no iba en contra de los judíos ni los comunistas.
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