Por: Michael Barajas Pérez
El feminismo se ha ganado la aceptación de muchos a lo largo de la historia, este movimiento se ha consolidado como uno de los más concurridos por su elevado numero de adeptos, podemos llamarlo como unión conjunta de las mujeres; que cansadas por el yugo que la historia les ha puesto en sus espaldas, decidieron emanciparse y sublevarse ante esta inequidad vivida. Pero si queremos hablar con detalle y a profundidad de este tema, retrotraigámonos al génesis del feminismo; no es seguro saber cuándo comenzó, pero lo que sí se sabe según los estudios del escritor Agustín Laje, es que comenzó en los aires revolucionarios del renacimiento y la ilustración, en donde las primeras mujeres levantaron cabeza y empezaron viendo que estaban subyugadas ante el patriarcado, a esto lo llamamos la primera ola del feminismo (Laje & Marquéz, 2016). La segunda ola del feminismo surgió tras la publicación del famoso libro “La vindicación de los derechos de la mujer”, en donde en siglos posteriores, las mujeres empezaron a manifestarse ante este sistema opresión, teniendo como cimientos este libro. “Nos quieren débiles” (Wollstonecraft, 1792). Esta frase es acuñada a la autora de este famoso libro, que, durante dos siglos, se convertiría en la piedra angular del feminismo.
Durante el siglo XX, el feminismo movía a las masas e iba ganando poder, consiguiendo el sufragio femenino, y que las mujeres pudieran acceder a la educación superior; grandes pensadoras como Simone de Beauvoir y Hanna Arendt, se posicionaron en la cúspide del pensamiento occidental, y situaron al feminismo como un resurgimiento de las mujeres. Empero, algo pasó que nos dejará atónitos, ¿Acaso el feminismo estaba entrando en sus años, e iba empezando a degenerar?
Naomi Wolf, famosa escritora estadounidense, nos mostró un comportamiento ridículo, que ella y las principales promotoras del feminismo empezaron a acuñar; y es el constante lloriqueo, criticando los actuales estándares de belleza y obligando a las marcas de moda incluir mujeres de todo tipo de condición y situación, “cuando los hombres ven un partido de futbol, no gimotean: “Ay, nunca seré tan rápido, nunca seré tan fuerte” (Paglia, 2001). Estos comportamientos ridículos, que no tienen precedentes, que han sido tomados por las feministas; muestran su nivel de decadencia, y si amigos, ¡el feminismo en el siglo XXI está entrando en decadencia!
El feminismo ya está adquiriendo toques extremistas y sectarios, algo que es aberrante. Todas las mujeres que lucharon en los siglos anteriores, dando su vida por la causa de la equidad, deberían estarse revolcando en sus tumbas al ver la decadencia del actual feminismo. “Nunca en la historia han sido tan libres las mujeres como lo son aquí, esa actitud de despotricar de los hombres, todo ese lloriqueo tremendo, es una conducta infantil, adolescente y es malo para las mujeres. Es nefasto convencer a las mujeres jóvenes que han sido victimas y de que su herencia es la victimización. Esta es otra perversión.” (Paglia, 2001). Sin duda Camille Paglia, la gran feminista, odia a las feministas por su comportamiento adolescente e indebido. No obstante, ella nunca dimitirá de su movimiento feminista, pues sin éste, volveríamos a la hegemonía patriarcal.
En adición, algo que realmente quiero alabar del feminismo del siglo XXI, es su ardua labor ante los casos de inequidad, acoso sexual y feminicidios, por eso defiendo fervientemente a las verdaderas feministas que son: las que luchan en aras de la diversidad sexual, de la equidad entre ambos sexos y, sobre todo; en resarcir los diferentes atropellos hacia las mujeres, porque como dije anteriormente, son constantemente violentadas. El feminismo del siglo XXI está entrando en decadencia ya que desconoce su historia y sus principales ideales; empero, las que todavía los recuerdan, les quiero decir que no están solas. ¡Mujeres, ustedes no están solas, mientras haya un anhelo de democracia y equidad: su lucha nunca tendrá fin y esa llama no hará más que creer como un frondoso manzano!
Postdata: quiero aclarar algo, cuando dije que el feminismo del siglo XXI está en decadencia, no generalizaba hacia toda expresión feminista, lo hacía hacia la famosa cuarta ola en donde la subversión, la degeneración de libertad y la destrucción son sus pilares. Soy promotor de las libertades individuales, igualdad; interés general y equidad. Por tanto, soy amante del verdadero feminismo; tanto, que un día después de publicada esta columna: me reuniré en la Asamblea Departamental con una diputada para tratar temas sobre la participación femenina y la presentación de un plan programático para que todas y todos seamos uno.
Comments