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Foto del escritorMichael Barajas Pérez

Entre la desaparición forzada y el cáncer

Por: Melissa Céspedes


Mi nombre es Nancy Bermúdez y esta no es mi historia.


Recuerdo que cuando era pequeña vivía con mis ocho hermanos en San Juan de Arama y tuve que ver como mi madre Luz García sacó adelante a sus hijos, mi padre Tiberio Bermúdez no fue una buena persona con ella y él murió cuando yo aún era muy niña. A los pocos años mi mamá consigue otro esposo y decide iniciar una nueva vida, pero él maltrataba a mis hermanos menores y es por eso que uno de ellos decidió irse de la casa. Yamid tenía 12 cuando se fue a trabajar de jornalero en fincas, él es una persona muy trabajadora, lo recuerdo con sus ojos grandes color café.

A sus 16 años mi hermano Yamid decide irse a Puerto Rico, Meta, como raspador de coca, allí le decían ‘Raspachin’ y era muy conocido por ser un hombre amable. Mi mama y yo teníamos noticias de él por una tía, pues en el 2006 no era muy común tener celulares y menos en una zona tan golpeada por la guerrilla.

A finales del 2006 mi hermano se reúne con mi mama en Granada para que ella le entregara el registro civil. Yamid le propuso a mi mama que se fueran juntos a Villavicencio. Que él iba a vender un ganado que tenía y que se venía a vivir con ella para ayudarla con los niños. Sin embargo, pasaron los días y él no volvió. A inicios del 2007 perdimos contacto con él porque mi tía se tuvo que trasladar a Villavicencio porque fue diagnosticada con cáncer.

Unos meses después tuve que ir por mi mamá y mis hermanos a San Juan de Arama, ya que la guerrilla entró en la finca a reclutar a mis hermanos, fueron momentos de angustia e incertidumbre. En ese momento se nos acercó el esposo de la docente Silvia Flórez, quien le exclamó a mi mamá que se quedara en la vereda y que mirara el ejemplo de mi hermano Yamid, que lo habían matado, nosotras hicimos caso omiso a ese mensaje.

Mi mama y yo nos radicamos en Villavicencio y no hubo noticias de Yamid por años, fue en el 2017 que iniciamos con la búsqueda de mi hermano, pero, seguido de esto mi mamá se empezó a enfermar. Yo decidí acudir a las redes sociales y preguntar por él a sus amigos más cercanos, pero nadie dio respuesta, decidimos poner el denuncio por desaparición en la fiscalía, luego de cuatro o seis meses no hubo respuesta. Volví nuevamente a preguntar por el caso de mi hermano y me enviaron al Gaula donde se dieron cuenta que el inscribió su cédula a elecciones municipales, inmediatamente me enviaron a desaparecidos por guerrilla, pero no recibí un buen trato, a personas como nosotras que provienen del campo las generalizan con guerrilla y paramilitares.

Decidí seguir la búsqueda por mi cuenta y expuse mi caso por un grupo de Facebook de Puerto Rico, en dos meses recibí mensajes y llamadas anónimas, asegurando que mi hermano había sido torturado y asesinado en el 2007 en la vereda el Danubio 1, su cuerpo apareció días después de ser asesinado, con marcas de maltrato en sus brazos y un disparo en la parte trasera de su cabeza, la llamada de un hombre me marcó para siempre, él decía que en la guerra se perdieron muchas vidas inocentes y que mi hermano era una de ellas.

A Yamid lo envolvieron en una sábana blanca y lo enterraron en un cementerio improvisado en el Danubio. Para buscar más información emprendí mi viaje hacia allá, me di cuenta que efectivamente mi hermano era muy reconocido en la vereda, los rumores acerca de la muerte de él apuntaban que dos días antes de que el ejército entrara en combate con la guerrilla, mi hermano pasó por una cañada donde se encontraba el ejército y lo tildaron de llevar información a las autoridades.


La desaparición de mi hermano fue un golpe muy duro para mi mamá, ella fue diagnosticada con cáncer de estómago y vivía esperando día a día respuestas del paradero de su hijo. La fundación Desaparecidos Colombia Huellas de Cristal junto con su directora Rossy Roa han sido piezas fundamentales en esta búsqueda, en el 2019 durante la pandemia se exhumó el posible cuerpo de mi hermano y a la espera de los resultados mi mamá no le ganó la batalla al cáncer y falleció el 7 de junio del 2021.

Hasta el día de hoy yo sigo en la búsqueda de mi hermano Yamid Bermúdez, el 8 de septiembre el fiscal Luis Fernando Lucero me aseguro que las pruebas de la exhumación salieron excluyentes, es decir, el cuerpo que fue enterrado en Danubio no era mi hermano. Me quedé con mil dudas, las personas de la vereda me afirmaron que era él y hoy estoy aquí justo como empecé, sin nada.



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