Escrita por: Sebastián Aya
Imagínense que se demoraron para ir a tomar la última camioneta para ir al trabajo, en el camino ven que está ya partió, causándoles una demora y un enojo por esa mala suerte. Y después de unas horas se enteran que esa camioneta sufrió un accidente habiendo heridos y muertos, ¿acaso tuvimos suerte o fue el destino?
¿Quién no ha vivido esos momentos inexplicables en su vida? Esos momentos que nos hace pensar y creer que lo qué pasó no sucedió por casualidad, sino que debió haber un motivo mucho mayor que no pudimos comprender.
Esta cuestión me parece algo no solo interesante sino también bello de analizar, puesto que estamos hablando no de una banalidad sino de una cuestión del destino, tal como lo hacía el oráculo de Delfos en la época clásica.
No podremos dar una respuesta exacta, pero tampoco tenemos esa intención. Después de todo somos personas, seres vivientes y pensantes que tratamos de darle un significado a todo lo que vemos.
Ahora, para darle un sentido a esos momentos y señales, hay que reconocer que solo son percepciones que tenemos nosotros como seres sensibles, es decir, que es solo una interpretación de lo que sentimos por nuestros sentidos. Por lo que me gusta abordar esta cuestión, cómo un reflejo del propio ser. Lo que quiero decir, es que las situaciones y señales nos son dadas por qué nosotros decidimos interpretarlas acorde a nuestro ser, creencias y conocimientos. Winston Churchill dijo una vez: “Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve una oportunidad en cada dificultad”. Yo veo esa frase reflejada en cada persona cuando pasa por situaciones difíciles o recibe señales. Cada quien las aborda según su ser, por lo tanto, la propia persona reflexionando puede darle un significado a esos momentos o situaciones que te hacen pensar. Y es totalmente respetable su conclusión, puesto que solo uno sabe lo que sintió y lo interpretó de la situación. Pero, siempre se puede mejorar y reinterpretar esos sucesos e ir moldeando tus creencias acordé a las nuevas experiencias.
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