Por: Patricio Möller
Este fue el nombre dado a mediados del siglo XIX a la época de transición entre la edad media y la era moderna que tuvo lugar entre los siglos XV Y XVI en Europa occidental, algunos también asocian a parte del siglo XIV.
Fue un amplio movimiento cultural basado principalmente en el desarrollo de las artes, pero también en ciencias como las naturales y humanas, su origen tuvo lugar en la ciudad de Florencia en Italia, y luego se expandiría por toda Europa.
El Renacimiento se forjó tras un análisis a la concepción que se tenía hasta entonces sobre el rol del hombre y el mundo, reivindicando pensamientos, costumbres y maneras de la antigua cultura clásica de Grecia y Romana, se aplicó como una vuelta de valores y principios de la cultura grecolatina, en conjunto con una mirada de la vida mas contemplativa, a diferencia de la estructura rígida y dogmática que caracterizó la Europa medieval.
En esta nueva etapa se planteó una nueva forma de ver al mundo y al ser humano con distintos enfoques en los campos del arte, ciencia, política y filosofía sustituyendo el teocentrismo medieval y el antropocentrismo
El historiador y artista Giorgio Vasari fue el pionero en ocupar la palabra renacimiento (rinacsita) para determinar el quiebre con la tradición artística medieval a la que consideraba en síntesis como un estilo un arte bárbaro que luego obtendrían el nombre de arte gótico.
Vasari opinaba que las artes habían entrado en una profunda decadencia al hundirse el imperio romano y que estas solo habían sido rescatadas en cierta manera por los artistas de la Toscana del siglo XIII.
El Renacimiento marca el comienzo de la era moderna período histórico que se establece entre el descubrimiento de América en 1942 y la revolución francesa en 1789, las fechas antes dadas anteriormente son un aproximado no quiere decir que son taxativas.
En contexto histórico donde ubicar al renacimiento es la decadencia de la edad media en el siglo XV producto de varios factores entre los que se encuentran el declive del Sacro impero Romano Germánico, el debilitamiento de la iglesia católica producto de la cismas y movimientos heréticos, que también darían origen a la reforma protestante, la profunda crisis económico efecto del anquilosamiento, estancamiento y detención del sistema feudal y la decadencia de las artes y ciencias lastradas por una teología escolástica marcada fuertemente por el escepticismo.
En Italia, el epicentro de la cultura renacentista, la división del territorio en ciudades-estado con diferentes regímenes políticos —repúblicas como Florencia o Venecia, estados monárquicos como Milán y Nápoles o el dominio papal en Roma— propició el ascenso de una élite económica que patrocinó la cultura y el arte como instrumentos de propaganda del estado, cada uno rivalizando con los demás en magnificencia y esplendor. La educación se volvió más accesible, dejando de estar circunscrita al clero, y se favoreció el debate intelectual, con la fundación de universidades y el patrocinio de la literatura.
El clima cultural que se comenzó a vivir en el siglo XV basado en la renovación, el cambio y dejar atrás el oscurantismo de épocas de antaño que abarcaría el resto de Europa tanto en lo artístico, cultural y político
El artista tomaría conciencia del individuo con valores intrínsecos, las personas comenzaron a interesarse en las más diversas disciplinas y la necesidad del saber se instaló en la sociedad conjunta en investigar la antigüedad
A la vez se comenzaron a estudiar métodos como la anatomía y nuevas metodologías como el claroscuro y la perspectiva.
El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, quien se interesó por múltiples ramas del saber, pero del mismo modo Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística.
El Renacimiento trajo consigo el avance del arte medieval en gran medida, pero, una parte no había dejado de apreciar, valorar y estimar el arte clásico.
Concentrándonos en el arte renacentista y sobre todo en el italiano, no eran estilos rígidos propiamente tal. No existía una única línea de seguimiento artístico, sino más bien es para entender una época en términos generales.
Las principales ideas que inspiraban a los artistas renacentistas y sus mecenas eran recuperar una parte del arte de la antigüedad con un marcado interés sobre la figura humana a la cual se le dio mucha importancia, una búsqueda de un mayor realismo, intentando crear obras lo más similar y afín a la realidad y por último en la creencia en una belleza ideal.
Para concretar esas ideas comenzaron por estudiar los modelos de la antigüedad que tenían a mano y disposición, en el caso de la escultura y arquitectura esto fue mucha más simple, porque tenían muchos ejemplos en pie
Se aplicaron a figuras religiosas y la creciente creación de retratos, por otro lado, la búsqueda de poder reproducir la realidad los hizo estudiar de manera minuciosa la naturaleza, a través de las matemáticas y la óptica desarrollaron la perspectiva lineal y aérea.
Estudiar anatomía les permitió ser precisos al reproducir en creaciones y retratos al cuerpo humano recurriendo incluso a hacer disecciones, de todas maneras, no se buscaba imitar a la naturaleza, sino más bien creían que el arte permitía elevarla, por lo que la reprodujeron de forma idealizada modificando algunas formas y proporciones buscando la simetría de la misma.
En la parte arquitectónica podemos destacar entre varios el Hospital De Los Inocentes y la cúpula de la catedral Santa María Del Fiore en Florencia.
En paralelo a todo esto ocurrió la terrible peste negra, la guerra de los cien años, la llegada a América y la reforma protestante entre otras.
El Renacimiento, época de bellezas culturales que perduran hasta el día de hoy y son del interés de muchos.
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