Elaborado por: Juan Rodríguez
Ese libro que, sin importar la edad en la que lo hayamos leído, nos deja pensando sobre su gran contenido filosófico y artístico. Sin duda alguna es, hasta ahora, y como yo lo considero, uno de esos libros que después de leerlo va a dejar un antes y un después, sin tan siquiera darnos cuenta, o quizás sí.
Hoy no vengo a hablarles o hacerles un análisis de la obra, y aunque debería hacerlo, porque sin duda alguna, me encantaría encontrar en ustedes diferentes opiniones acerca de la filosofía que esta gran obra contiene, vengo más bien, a tomar y citar como ejemplo lo que realmente la sociedad está generando sobre el hecho de leerla.
Para ponerlos en contexto y no ser muy extendido, básicamente el problema principal que últimamente he visto y por eso me he dignado a hacer este artículo, es que existe una cantidad de personas que han tomado y transformado la obra a un ideal intelectual narcisista que los eleva sobre los demás, y como si leer El principito, o cualquier otra obra, les diera cierta inteligencia para creerse superior a alguien que no tiene idea sobre el libro, cuando en realidad es sólo un ensimismamiento estúpido.
Publicaciones como estas, lo único que hacen es llamar la atención de manera innecesaria, pues, quien lee y lo hace sin buscar sobresalir o creerse el mesías de la literatura, comparte opiniones, recomienda o habla con personas y debate temas relacionados, sin querer llamar la atención.
Como ya lo dije, El principito no es la única obra que se ha tornado a este concepto por parte de personas que se creen potencialmente intelectuales. Existen muchas más, casos se pueden ver y evidenciar, como lo pueden ser por ejemplo los libros de Paulo Coelho o de Edgar Allan Poe, (El alquimista, El corazón delator, El gato negro, etc...)
Pero en realidad lo que me molesta es que la gente sea así a nivel cultural, cuando el mensaje y las ideas que se buscan es expandir el arte, lo único que hacen es agobiar a los demás y por ende, terminan detestando una magnífica obra, que puede llegar a cambiarles la vida, por una publicación donde sobresalga el concepto de inteligencia superflua x cultura.
Si eres de esas personas que quiere empezar en el mundo de la literatura, mi mayor recomendación es que no te sientes sobre el trono del ensimismamiento estúpido y lleva el arte a más personas que florezcan día a día a nivel cultural.
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