El 1 de noviembre del año 2008 será recordado cuando muchas personas del mundo de la informática recibieron por correo una paper llamado “Bitcoin P2P e-cash paper”. Por parte de un informático con el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Lo llamativo de este paper es que hablaba sobre un medio de pago completamente digital y descentralizado, es decir en el que las partes de una transacción la hagan sin necesidad de un intermediario (de ahí el nombre PEER TO PEER). Este medio digital de pago usando la tecnología blockchain es nada menos que el Bitcoin. Antes de su creación ya se estaba planeando y discutiendo de un nuevo medio de pago en el que las personas no tengan que usar intermediarios como las entidades financieras o el propio sistema monetario de un país. Pese a crearse en 2008 no fue hasta el 2010 que el Bitcoin se usó por primera vez como medio de pago para la compra en el que un 22 de mayo de ese año se usaron 10.000 bitcoins para pagar dos pizzas familiares, por lo que gracias a esta primera transacción fue que el Bitcoin no hizo más que crecer a lo largo de los años.
Pese a su gran volatilidad como reserva de valor el Bitcoin hasta la fecha ronda en los 39.000 dólares, considerando que llegó a máximos históricos de 64.000 dólares en el primer de este año. Pese a esto el Bitcoin se ha mantenido como una fuerte alternativa para las transacciones de pagos y como fuente de especulación para aquellos que la usan como reserva de valor. Gracias a Bitcoin han nacido demás proyectos de criptomonedas que complementan y amplían las posibilidades que ofrece Bitcoin y en general la tecnología blockchain para su uso financiero.
Cómo se mencionó antes, este nuevo medio de pagos no necesita de un tercero que garantice el valor monetario porque este lleva el registro de todas las transacciones en el libro Bitcoin que está respaldado por la tecnología blockchain (en otra ocasión explicaremos su análisis técnico como su alta seguridad, minería y la imposibilidad de ser hackeada). Por lo tanto, estamos viviendo una revolución de los mercados financieros y de los gobiernos, puesto que esta tecnología le quita el monopolio del dinero a los bancos centrales y por consiguiente a los gobiernos de todas las partes del mundo. Con ello queda esperar que grandes bancos centrales como la Reserva federal, el banco japonés, el banco inglés o el banco central europeo no se quedaran con las manos cruzadas, pero si hay claro es que el Bitcoin llego para quedarse. Donde las personas volverán a tener en su poder el control de su dinero, donde no tengan que temer las decisiones de los bancos centrales (generando inflación). El tiempo al igual que el Bitcoin es volátil, pero queda plantearnos seriamente un futuro donde las transacciones que se hagan incluso para comprar una pizza, será en criptomonedas.
Elaborada por: Sebastián Aya
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