Elaborada por: Yeye
Oigo gritos en la caída de la tarde. Son los jóvenes encarnecidos por una nueva noche que vivir. Deseo hacer parte de ellos, viviendo.
Quiero morir aquí y nacer en las luces ilógicas de aquellos divertidos encuentros, pasear en camas y pisos ajenos, tal vez no dormir y sonreír con mis ojeras. Es extraño el deseo de destruirse, de cometer errores y tomar malas decisiones, es extraño desear ser joven y saber que de viejo tendrás dos opciones: reírte de las estupideces que hiciste o decepcionarte porque pasaste toda tu vida bajando tu cabeza y rodando en el suelo imaginando que disfrutabas tu juventud.
Nada más enternecedor que la electricidad que pasa por tus encías cuando sabes que haces algo malo y tienes la excusa de ser joven, la adrenalina de ser descubierto y el rodar de tu cabeza con el dilema de que estas siendo un idiota pero lo disfrutas, creo mejor este sentimiento a la frustración de los falsos escenarios en habitaciones oscuras y solitarias.
Tomar y arrasar con todo con cada paso que das, es aburrido ser responsable si no puedes ser un imbécil a veces para nivelarlo. Es aburrido ser el tema de orgullo sin un “pero” en medio, es triste y molesto que hablen de ti como un trofeo y juzguen cuando ellos no podrían hacerlo por sí mismos. Así que váyanse a la mierda porque voy a errar y ese será mi propio trofeo.
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