Escrito por: Diego Cárdenas
Ahora mismo, me estoy dando cuenta de varias estrategias que están implementando diversos sectores y “lobbies” para desestabilizar la civilización occidental, es decir, a Europa y toda América. Claro está que, en Oriente no es posible hacerlo por la falta de libertad en todos los ámbitos de la vida: en el económico, el político, el religioso, el personal, etc.
Estas estrategias las he resumido en los tres siguientes pasos:
Primero, la relativización de la verdad: esta es una de las maneras como algunos quieren destruir la civilización occidental, que entre otras cosas, es la mejor civilización que ha habido durante toda la historia de la humanidad, sus logros en diversos campos son inigualables, el acuerdo en los derechos fundamentales no tiene comparación, el bienestar económico y la libertad personal están muy por encima de la historia reciente y remota, todo esto gracias a la filosofía griega, al derecho romano y al Cristianismo, sobre todo al Catolicismo que con su énfasis en la verdad y con su concepción del mundo han hecho que todas las ciencias nos hayan dado una mejor calidad de vida y más conocimientos, sin embargo, hay muchos empeñados en decir que la verdad no existe, lo cual es una contradicción lógica, que no es necesario explicar, o que cada uno construye “su propia verdad”, lo que es tremendamente estúpido, ya que las ciencias trabajan sobre verdades o axiomas establecidos y no sobre supuestos, así por ejemplo: una mujer tiene dos pares de cromosomas X y el hombre tiene un cromosoma X y otro Y, por lo que el sexo no es una autopercepción como algunos descarados dicen y defienden.
La segunda estrategia es relativizar la moral: muchos están empeñados en defender cosas que están mal desde todo punto de vista, argumentando que no hay una moral objetiva, lo cual conduce al absurdo, además de los conflictos que esto genera en una sociedad donde hay que tener algunos acuerdos en común, de esta manera, algunos defienden la posibilidad de que un ser humano mate a otro en su vientre, como si fuese un acto de progreso, pero eso sí que no vayan a maltratar a un animal porque ese sí que es el acto más cruel y despiadado, esta es la hipocresía más pura.
Y finalmente, la tercera estrategia es desestabilizar las instituciones, instituciones que por siglos han contribuido al orden, a la paz y al progreso de los países, tales como: la Policía, el Ejércitos, la Iglesia Católica, entre otras, aunque estas no estén exentas de error, han sido grandes aliadas para Occidente, civilización que solo podrá mejorar si se les fortalece, ya que sin estas una civilización mejor nunca será posible.
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