Por: Eider Abaunza
CUANDO CIERRE MIS OJOS
Cuando cierre mis ojos, Señor, solo espero encontrarme contigo. Que esta miseria que estoy viviendo es solo una cruz más que tú amor pone en mi cuerpo. ¿Qué tanto me falta? Lo suficiente para que en mí haya un cambio interior.
Quiero tocarte, ¿dónde estás? “En mi hermano”, me respondes; te contesto: “¿Quién es mi hermano?” y pasa un niño sonriendo en la calle, sin camisa, sucio y descalzo, canta una señora en el parque con una voz muy bella, un pobre está en la entrada de la iglesia durmiendo sobre un cartón siendo rechazado por muchos… “¿quién es mi hermano?”, “¡Ya sabes la respuesta!”.
Cuando cierre mis ojos, solo espero que tu paz ya sea vivida por todos; cuando cierre mis ojos, que muchos hermanos de la Nohora sean felices disfrutando su condición, no solo como la injusticia social que sabemos, sino como una muestra de que ser pobre es una bendición, tanto que, Jesús se quiso ser pobre aun siendo rico, como dice san Pablo. Comprender esto es ya ganar mucho.
Cuando cierre mis ojos, quiero ver sonreír a la mujer que me dio la vida, a la mujer que me educó y mostró tu camino, a la mujer que me enseñó con amor, a la mujer que me regañó muchas veces, pero que me soportó como nunca… cuando cierre mis ojos, Señor, quiero verte con ella.
Cuando cierre mis ojos, Señor…. Quiero estar contigo.
(31 de octubre de 2022)
Comments