Elaborada por: Ángel García
Últimamente, y como lo mencione mi columna pasada, la palabra paramilitar ha vuelto a sonar masivamente en el país, lo que nos hace inevitablemente recordar sucesos e implicados.
Las empresas multinacionales en Colombia han sido un lastre a lo largo de su historia, aprovechando los recursos naturales, mano de obra más barata y el hecho de tener la maquinaria industrial necesaria; entre las anteriores dichas se encuentra el objeto de la columna de hoy, la chiquita brands.
En el año 1929 sucedió uno de los recuerdos mas dolorosos en la historia de Colombia, la masacre de las bananeras, la cual fue la represión y asesinato de muchísimas personas que se encontraban protestando, la compañía encargada fue la “banana fruit Company”, la cual es la predecesora de la chiquita brands.
En la década de los años 70s la “fruit company” entra en crisis económica y se declara en bancarrota, reestructurándose en la compañía que actualmente es conocida como la “chiquita brands”; está cada vez más se involucraba en situaciones con el narcotráfico y apoyo con las rutas de acceso a estados unidos. Además, chiquita brands fue multada por dar dineros a los grupos paramilitares por mas de 1.7 billones de pesos.
Visto lo anterior deja mal parada a una multinacional que lleva mas de un siglo operando en Colombia, aprovechando lo anteriormente mencionado. Somos la alacena de los países como Estados Unidos, y sus multinacionales los que nos extraen sin importar quienes vivimos ahí.
Resulta indecoroso pensar la pleitesía con la que Colombia ha manejado su relación con estados unidos, sin importar los perjuicios que esta nos ha causado, como la guerra del narcotráfico, empresas homicidas y financiadores de grupos armados ilegales responsables de la mitad de desapariciones a lo largo de los mas de 6 años estando activos.
A largo plazo, como colombianos deberíamos reforzar entre nosotros la empresa colombiana, al menos como cultura de compra, priorizar y ayudar a nuestra gente que vive día a día la situación en Colombia, y no apoyar a estas empresas que, aunque no se vean tan afectadas por nuestras acciones, al menos es un inicio para llegar a una vacuna que nos libre de estos monstruos conocidos como las multinacionales.
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