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Foto del escritorMichael Barajas Pérez

Bitcoin: nuestro bote de salvavidas en Latinoamérica

Dígame el lector si le gustaría recibir su sueldo que tanto se esforzó en tener o guardar sus ahorros para sus gustos en una moneda que al día de mañana no le alcance para comprar a lo que usted estaba acostumbrado.

Pues mi estimado lector este es un escenario no muy distante de nuestra realidad, donde países como Argentina o Venezuela han presentado niveles de inflación que robaron y expropiaron los ahorros de todos los argentinos y venezolanos (sobre todo a la población de bajos recursos que no poseen propiedades o acciones).

Afortunadamente aquellas personas que hayan poseído otras monedas fuertes como dólares o euros, habrán visto que su poder adquisitivo no se habrá visto tan afectado por la inflación. No obstante por los políticos y burócratas que están en el poder, estos han puesto trabas para que la población esté obligado a usar sus monedas que les quitan su trabajo y sus ahorros.

Así que siguiendo con la línea del título, ¿Qué papel ha hecho Bitcoin en estos países con hiperinflación? Pues mis estimados el Bitcoin ha permitido escapar no solo de la inflación, sino también del infierno fiscal que tienen con las cargas impositivas y la ineficiencia burocrática del gobierno a las personas que poseen bitcoins (para hacerlo más familiar, los llamaremos bitcoiners).

Bitcoin permite ahorrar escapando de la inflación de nuestras monedas como el peso y del propio dólar estadounidense. Debido a que estas monedas son dinero Fiat, el cual siempre tiende a la inflación. En cambio la tecnología blockchain del Bitcoin permite que el poder adquisitivo de los bitcoiners sea cada vez mayor incluso con las políticas nefastas hechas por los gobiernos.

Se han visto inclusos casos donde peor esté la economía local, mejor se encontrarán los bitcoiners. Tal como se mencionó antes en Argentina y Venezuela. Hablando del caso de nuestro país Colombia no hace falta ver como si bien hemos tenido un mejor rendimiento inflacionario en la región, no deja de ser inflación. Es decir, que anualmente nuestro dinero vale menos (valor real) pese a que la cifra en nuestros billetes siga siendo constante (valor nominal). Hasta tenemos bromas de la inflación con un dulce que todos conocemos como lo es el chocoramo, donde para inicios de este mileno valía entorno a los 500 pesos y hoy en día vale más de 1.500 pesos.

Cómo se mencionó antes, el Bitcoin tiende a mantener su valor y también a valorizarse cada vez más. Es por ello que nosotros como latinoamericanos hemos de plantearnos en usar una nueva forma de hacer nuestras transacciones, una forma que no pierda valor con el tiempo y haga nuestra economía más estable. Ya que hemos padecido con inflaciones graves que solo generan pobreza y hambrunas a nuestros países, por culpa de dejar el poder de nuestro dinero a unos ineptos en el poder que solo buscan satisfacer sus intereses políticos sin pensar en nosotros.

Y este planteamiento no está alejado de la realidad, ni mucho menos. Puesto que el pasado 9 de junio El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en usar el Bitcoin como moneda de curso legal, trajo consigo esta noticia no solo un aumento en el precio de la criptomoneda sino también una consolidación del proyecto que trae consigo el Bitcoin: Una forma segura y duradera para mantener el valor del dineros de las personas. Incluso en países como Paraguay, India o Costa Rica se están planteando en leyes que permitan la circulación del Bitcoin cómo activo financiero.

Así que no olvidemos lo más importante que trae consigo no solamente el Bitcoin, sino en general una moneda solida: Estabilidad y progreso. Una forma no solo segura para hacer transacciones en el ahora, sino también en el futuro. Que permita una mejora en la calidad de vida de las sociedades para que nuestros hijos vivan mejor que nosotros, tal como dijo el economista Saifedean Ammous en su libro, “El patrón bitcoin: La alternativa descentralizada a los bancos centrales”:

“Una sociedad en lo que los individuos dejan más a sus hijos de lo que ellos recibieron de sus padres es una sociedad civilizada”.

Elaborada por: Sebastián Aya


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